JOYERÍA DE ORO
Nicté Silva
De las profundidades de la adversidad surgió una diseñadora de joyas extraordinaria, cuya pasión por el oro y los diamantes transformó no solo su vida, sino la forma en que creamos piezas únicas.

Cada joya, es más que un accesorio.
Me llamo Nicté Silva y mi vida cambió radicalmente después de un grave error que cometí cuando era adolescente. A los 17 años, decidí salir de casa en busca de mi identidad y aceptación, pero eso me llevó a un camino lleno de dificultades. Vengo de un entorno complicado, donde los conflictos familiares y la pobreza eran parte de mi día a día, lo que me dejó profundamente marcada.
A pesar de salir con mucho dolor y sin recursos, siempre tuve la fe y la esperanza de conseguir algo mejor. Tras un año de lucha y soledad, decidí regresar a casa, donde mis padres, aunque con condiciones, me recibieron. Durante este proceso, intenté sanar las heridas del pasado, recuperando la confianza de mis padres y demostrando que estaba lista para un nuevo comienzo.
Un viaje a Egipto transformó mi vida. Allí, mientras aprendía sobre espiritualidad y meditación, descubrí mi pasión por las joyas al visitar una joyería. La belleza de las piezas de oro me inspiró a querer crear mis propias joyas. Regresé decidida a aprender todo lo que pudiera sobre la joyería y, con la ayuda de un mentor generoso, comencé mi formación en el mundo de las joyas.
A través de trabajo duro, creatividad y perseverancia, lancé mi propio negocio de joyería. Aprendí sobre las piedras preciosas, el diseño y la importancia de una buena inversión, especialmente en oro, que ha sido fundamental en mi trayectoria. A través de las redes sociales y el contacto directo con clientes, mi negocio ha crecido, manteniéndome siempre fiel a mi pasión y a la calidad de mis productos.
Hoy, miro hacia atrás y agradezco cada paso que me ha llevado a ser la persona que soy. Mi vida ha sido un viaje increíble, y sé que todo ha valido la pena. Con cada joya que creo, también comparto una parte de mi historia, una historia de superación, luz y amor. Estoy lista para ayudar a otros a encontrar su propia luz a través de la joyería. ¿Te unes a mí en este viaje?
Mi viaje en el mundo de la joyería ha sido una experiencia transformadora llena de aprendizajes y logros. Desde el comienzo, conté con el apoyo incondicional de mi mejor amiga Karla, quien se graduó de la universidad y se convirtió en mi guía. Juntas, buscamos escuelas de joyería, y gracias a su ayuda, comencé a estudiar el fascinante negocio del oro.
A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de enseñar a empresarios a invertir en oro, ayudándoles a multiplicar su dinero, lo que a su vez me permitió invertir en mi propio crecimiento. Con el apoyo de un gran amigo, David, y la inspiración de mi abuela, logré financiar mis estudios en un diplomado de joyería en la Condesa, donde aprendí sobre metalurgia, geología y orfebrería. Fue un período monumental, donde mis primeros diseños deslumbraron por su creatividad.
Con el tiempo, me mudé a diferentes lugares, buscando siempre la mejor manera de avanzar en mi carrera. Aprendí la importancia de vivir cerca de mi trabajo, y gracias a consejos de libros, encontré un loft pequeño pero perfecto para mí. Ahora, después de cinco años de arduo trabajo y perseverancia, estoy formando mi propia empresa. He firmado un contrato con una renombrada empresa que ha sido crucial para el éxito de mi padre y, por ende, para el mío.
Actualmente, estoy emocionada de lanzar mi primer website, donde presento mi propia marca de joyería, creada con amor, esfuerzo y una visión clara. Estoy orgullosa de cada pieza, ya que llevan consigo la mejor intención de mejorar el mundo de una manera noble. Espero que mis diseños resuenen contigo y que cada joya que llegue a ti siembre un granito de arena para un futuro mejor.
Gracias por acompañarme en este viaje, y espero que disfrutes cada una de mis creaciones tanto como yo disfruté realizarlas.